Lo más importante antes de empezar una dieta es tener claro que la
necesitas y estar motivado a perder peso. Luego hay algunos trucos para
hacer más llevadero ese sacrificio. A continuación encontrarás una pequeña
ayuda si estás pensando en ponerte a dieta. ¡Mucha suerte!
Antes de comenzar una dieta plantéate si realmente estás motivado a perder
peso y a mantener esta pérdida a largo plazo. Esto no es fácil, pues
implica el cambio de los hábitos nutricionales y de vida, incorporando el
ejercicio físico.
Haz una lista de las razones por las cuales deseas bajar de peso. Ello te
ayudará a mantener la motivación.
Tómate una fotografía del "antes". Es realmentesatisfactorio notar la
diferencia física producida al perder peso; es una gran recompensa
Observa comer a los demás. Compara la forma de comer de una persona
delgada y una gruesa. Esta última come de forma rápida, con voracidad, se
atraganta de comida. ¿A cuál de las dos ves mejor comiendo?
Proponte objetivos realistas. El ritmo adecuado de pérdida de peso debería
no ser mayor de 1 kg. a la semana. Cualquier ritmo más rápido de pérdida de
peso implica que lo que se está perdiendo no es sólo grasa, sino agua y tejido
magro.
No te peses todos los días. Solamente una vez por semana. Es fácil
desanimarse si no ves resultados en la báscula todos los días.
- Haz un registro de alimentos y escribe en un diario todo lo que comes. No
puedes pretender cambiar tus hábitos alimentarios si desconoces cuáles son
tus errores. Anota la hora y lo que pasa en ese momento. Por ejemplo,
¿estabas aburrido?, ¿estabas triste?, ¿estabas viendo comer a otra persona?
¿coincide con un programa de TV?
A la hora de la compra, no te dejes llevar por la publicidad. Confecciona una
lista de los alimentos que necesites para realizar tus menús y cíñete a
ella. Recuerda que los supermercados están concebidos para que la gente
compre. Además de ayudarte a llevar una alimentación más equilibrada,
incluso puede que te ayude a ahorrar. Haz la compra después de comer,
deteniéndote en la sección de frutería y verdulería. Son también muy útiles
los tarros de verdura en conservas y la verdura congelada. Pasa después por
la sección de pescadería (tanto fresca como congelados) y compra los
pescados que se puedan hacer fácilmente al horno: dorada, salmón,
pescadilla, lubina o merluza son buenas opciones.
- Siempre guarda los alimentos donde no los veas. Posiblemente pienses
menos en la comida si no la estás viendo continuamente.
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